«Madrid Q&A» es una indagación, en forma de cuestionario, sobre la relación personal de vecinos o visitantes de Madrid con la ciudad. Y, quien dice la ciudad, dice del Xanadú al pico de Peñalara: que Madrid, ya lo sabemos, no es tanto un callejero como un estado mental.
Gobierna con mano de hierro ese sector demográfico de nombre deliciosamente feudal que es el de las muchachas casaderas. Un experto en marketing hablaría, supongo, de nichos, pese a las asociaciones tan poco nupciales de la palabra. Yo, que no sé de marketing ni de bodas, sí intuyo que es un Eldorado de las marcas. Y ella lo ha conquistado desde Casilda se casa (y usted, señoro con novia, hermanas o hijas, sabe perfectamente de qué hablo). Gracias, sin duda, a su ojo para la peonía y el encaje de Flandes, pero sobre todo gracias a su oído. Porque ha dado con el tono de voz preciso que exige la boda, ese ente espumoso, para dejarse narrar: el de la amiga experta pero bienintencionada, que entiende a la perfección que un casamiento es algo más que una pasarela. Por eso oírle hablar de su trabajo es como haber llegado a un remanso de sensatez en mitad de un jardín donde puede haber más espinas que rosas; que puede llenarse de tensión, de lágrimas en probadores y guerras soterradas. Y es, en cierto modo, redentor ver que incluso en los ecosistemas que podrían parecer más frívolos despuntan profesionales que no pierden el norte del sentido común. Y, casi igual de importante: que aprecian la casquería.
1. ¿Cuándo le dan a uno el carnet de madrileño?
El carnet de madrileño no sabes que lo necesitas hasta que conoces a gente de fuera. Cuando amigos de diferentes comunidades autónomas empiezan a exaltar su sentimiento de comunidad autónoma es cuando tú, que lo has llevado siempre de forma muy natural, necesitas tu carnet para no ser devorado.
2. ¿Qué es lo mejor de un gato? ¿Y lo peor?
Lo mejor es que somos pocos. Lo peor es que somos pocos.
3. ¿Dónde queda el ascensor para ir de Madrid al cielo?
En el aeropuerto ahora llamado Adolfo Suarez.
4. ¿Cuál es el último amanecer que ha visto o, en su defecto, el que no olvidará nunca?
No olvidaré nunca un amanecer en la plaza de Ópera. Habíamos bailado mucho. Fingíamos buscar un after, pero solo fue una excusa para pasar juntos más horas.
5. ¿Una alcoba en el centro, o un palacio en las afueras?
Vivo en Alonso Martínez y por nada cambio el ruido y la furia del centro por la «doble plaza de garaje y piscina» de las afueras.
6. Desmiéntame un tópico sobre Madrid o los madrileños.
Que somos acogedores. Madrid acoge porque la gente se encuentra con más gente perdida, pero el madrileño está muy a gusto con su pandilla de toda la vida.
7. Ahora, confírmeme otro.
No hay agua como la de Madrid.
8. ¿Cuál es el mejor momento del año para degustar Madrid?
Entre Semana Santa y verano. Ese sol que te hace empezar a descamisarte y a soñar con vacaciones en una terraza.
9. ¿En qué rincón de la ciudad se cita con la nostalgia?
En el Teatro Lara o en La Riviera. En todos esos conciertos a los que ya no vamos.
10. ¿Para qué sirve una olimpiada?
Eso pregúnteselo a un catalán.
11. ¿Qué le enamora más… de Barcelona?
El Xampanyet, un bar donde servían una tapa de macarrones con chorizo y acompañado de botellas de champán increíble.
12. ¿Quién es Madrid hecho carne?
Vi recientemente el documental ‘Anatomía de un Dandy’ sobre Umbral y me pareció que podría serlo.
13. ¿De qué piezas consta su día diez en Madrid?
De amigos que te hagan no mirar el reloj, de enlazar muchas terrazas, muchos vinos, muchas risas y andar por la ciudad de un lado a otro hasta ver amanecer.
14. ¿Cuál es el himno no oficial de Madrid?
La puerta de Alcalá de Ana Belén cantada en un karaoke con tequilas.
15. ¿Qué vista de Madrid le hace olvidar el mar?
Que digan lo que quieran del mar, pero yo mirando las montañas creo en Dios. La sierra nevada es una maravilla.
16. ¿Callos o sushi? Y, ya que estamos, ¿Lucio o DiverXo?
Callos de La Tasquería y Lucio siempre.
17. ¿Cuál es su rasgo más inequívoco de madrileñismo?
Supongo que tengo sobrevalorada la playa.
18. ¿A quién le alfombraría de claveles la Gran Vía?
[Guarda un silencio enigmático que nos parece: bien]
19. ¿Hay vida más allá de la M-30?
¿El zoo y el parque de atracciones están fuera de la M30? Hay una infancia entera allí.
20. ¿Cuál es el secreto mejor guardado de su Madrid?
Me encanta ir a cenar a Camaoti y, para tapeo y laterio finísimo, recomiendo La Fábrica, en la calle Jesús.
21. ¿Y su último descubrimiento en la capital?
Desayunar muy despacio en las Hermanas Arce me parece un plan de diario muy bueno.
22. ¿Qué vez se dejó el corazón en Madrid, como Chavela?
De pequeña viví en Irlanda y me hacía bocadillos de beans —judías— para ir al colegio. Literalmente, lloré cuando pisé Madrid de nuevo.
23. Lugar de Madrid en que ha sido más feliz.
Montando en bici por El Retiro de pequeña. Íbamos todas las tardes.
24. Mejor lugar para aprender algo de un hijo.
[Vuelve al silencio y nos parece igual de bien, somos partidarios de dar cabida al misterio]
25. Si se pierde, ¿dónde le encontramos?
Paseando a mi perra Sancha en el parque de París, tomando vino blanco en la calle Almagro o cogiendo un café para llevar en La Duquesita por donde paso todos los días.
