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Ana Samboal: «Voy pisando fuerte por la vida. O lo haces, o te arrollan».

«Madrid Q&Q» es un espacio, en forma de cuestionario, que indaga sobre la relación personal de vecinos o visitantes de Madrid con la ciudad. Y, quien dice la ciudad, dice del Xanadú al pico de Peñalara: que Madrid, ya lo sabemos, no es tanto un callejero como un estado mental. Ana Samboal

Incluso a pleno sol se reconoce a un animal nocturno. Ana Samboal irradia, desde el pico del día, la solvencia de siempre. Pero guarda esa brizna de la hora inestable en que hay que trabajarse a media voz la épica, e ir amasando la jornada y su estrépito hasta que sea una historia que contar en la hoguera. A la estudiante abulense no le arredró ni un poco la capital; tan poco, que se encaramó peldaño a peldaño al imaginario de todos y ahí sigue, imparable, con su chute diario de estrés y actualidad.

1 ¿Cuándo le dan a uno el carnet de madrileño?

Lo mejor de Madrid es que no te piden carnet para ser madrileño, eres uno más desde el primer día. Tal vez porque somos muchos los que venimos de fuera. Los madrileños son amigables y abiertos, te adoptan nada más llegar, siempre tienes un hueco en cualquier grupo.

2. ¿Qué es lo mejor de un gato? ¿Y lo peor?

Hay tantos, que vaya usted a saber. Cada uno somos un mundo. Pero si tengo que elegir, de lo mejor, me quedo con esa cercanía, con ese trato amigable. ¿Lo peor?… Ummm… No quiero hacerme enemigos gratuitamente. Pero, quizá, sí hay algo curioso. Cuando te encuentras con alguien, te dice: ¿comemos? Dices que sí, piensas que quedarás esa misma semana… Y no… Es un saludo, cortesía… Incluso es posible que no quedes a lo largo de un año… Una amiga, vasca, que viene a menudo a Madrid, no logra entenderlo. Me parece gracioso, admito que es una costumbre de la que me he contagiado.

3. ¿Dónde queda el ascensor para ir de Madrid al cielo?

En el Museo del Prado. Viví un año muy cerca y recuerdo que pasaba muchas tardes allí o en el Reina Sofía. Incluso, quedaba allí a tomar café. Reconozco que siento predilección por el Prado, una vez entro, sé que no voy a salir hasta que cierre. Siempre descubro algo nuevo. Es un lujo, es una pena que no tengamos más tiempo para disfrutarlo.

4. ¿Cuál es el último amanecer que ha visto o, en su defecto, el que no olvidará nunca?

Las despedidas de la madrugada después de una noche de bares desayunando con churros no se olvidan. Aunque quedan tan, tan lejos…

5. ¿Una alcoba en el centro o un palacio en las afueras?

Si es para dormir a pierna suelta, sin duda, en las afueras. Madrid, los días laborables, puede ser excesivamente ruidosa y a mí me gusta dormir hasta tarde. Para todo lo demás, me quedo en el centro.

6. Desmiéntame un tópico sobre Madrid o los madrileños.

Dicen que son chulos, pero creo que sólo es fachada (esto me va a costar un disgusto en casa).

7. Ahora, confírmeme otro.

Siempre te dicen que todo está aquí al lado. ¡Y está a tres paradas de metro! Confieso que yo también lo hago, cuando estoy con alguien que viene de Ávila y está acostumbrado a las distancias de allí no logra entenderlo.

8. ¿Cuál es el mejor momento del año para degustar Madrid?

El otoño en el Paseo del Prado. Si no llueve, la lluvia es incomodísima. O descubrir la luz de Navidad en el centro. Tienen algo mágico, son citas obligadas.

Museo del Prado

9. ¿En qué rincón de la ciudad se cita con la nostalgia?

No soy muy dada a la nostalgia

10. ¿Para qué sirve una olimpiada?

Para colgarse una medalla.

11. ¿Qué le enamora más… de Barcelona?

La catedral del mar. Me topé con ella por casualidad, me llamó la atención la cantidad de gente que había a la puerta, con intención de entrar. Había leído el libro y, cuando entré, me sorprendió… Para bien.

12. ¿Quién es Madrid hecho carne?

Rosendo. Le pone letra, música y carácter al espíritu madrileño. Una pena que se haya jubilado.

13. ¿De qué piezas consta su día diez en Madrid?

Un poco de estrés (inevitable), unas cañas con bocata de calamares en el centro, colarse en algún pequeño museo desconocido, ir de tiendas por el barrio de Salamanca y cenar en Jorge Juan.

14. ¿Cuál es el himno no oficial de Madrid?

Pongamos que hablo de Madrid, de Sabina. La voz rota de Sabina, la música y la letra son perfectas. No hay mejor definición de la ciudad.

15. ¿Qué vista de Madrid le hace olvidar el mar?

La puesta de sol en el templo de Debod.

Atardecer en el Templo de Debod

16. ¿Callos o sushi? Y, ya que estamos, ¿Lucio o DiverXo?

Callos, sin duda. Y, ya que estamos, ir a Casa Lucio siempre es un lujo. No sólo por sus platos, sino por los anfitriones, siempre encantadores. No conozco DiverXo.

17. ¿Cuál es su rasgo más inequívoco de madrileñismo?

Voy pisando fuerte por la vida. O lo haces, o te arrollan. Es lo que otros llaman chulería y yo creo que solo es fachada.

18. ¿A quién le alfombraría de claveles la Gran Vía?

Me gustan más las peonías y no soy de ir poniendo alfombras al personal.

19. ¿Hay vida más allá de la M-30?

¡Jajajaja! Antes de mudarme a vivir a Pozuelo, pensaba que no la había. Ahora, he descubierto que, además de haberla, es muy agradable. Madrid, como región o como comunidad, tiene de todo para elegir.

20. ¿Cuál es el secreto mejor guardado de su Madrid?

Los secretos se guardan.

Pozuelo de Alarcón

21. ¿Y su último descubrimiento en la capital?

La ciudad fantasma durante el confinamiento. Parece que llora. Sobre todo al caer la noche, ha sido una imagen sobrecogedora.

22. ¿Qué vez se dejó el corazón en Madrid, como Chavela?

Un día muy triste del que no quiero hablar. Dejé en él, para siempre, un pedacito de mi alma.

23. Lugar de Madrid en que ha sido más feliz.

Con las personas que quiero, el lugar me resulta indiferente. Pasear sola también es muy agradable en ocasiones.

24. Mejor lugar para aprender algo de un hijo.

No tengo hijos, me cuesta ponerme en el papel de madre…

25. Y, si se pierde, ¿dónde le encontramos?

Siempre con mi familia y, a ser posible, en Ávila. Si me pierdo en Madrid y estoy sola, posiblemente en el Prado o en alguna boutique de autor. Si voy acompañada, de cañas y pinchos.