Logotipo 365 Smart Cities
héctor ñaupari

Héctor Ñaupari: «Cada una de las mujeres que he conocido ha dejado un surco importante en mí»

Héctor Ñaupari, promotor de la libertad, poeta, jurista y conferenciante a nivel internacional. Escritor de ‘Malévola tu Ausencia’, ‘La Boca de la Sombra’ y otros libros en los que la mujer y la libertad son protagonistas, acorde con la importancia en su vida.

Hablamos con él sobre su última obra, sobre las mujeres de su vida, la importancia de éstas en el mundo literario y sobre qué es necesario para motivar la lectura, en La Azotea de Madrid365.

Poeta, abogado, profesor… de Perú en España, ¿hay diferencia entre la cultura de libros de ambos países?

Bueno, el mundo editorial en Perú es un mundo editorial en desarrollo. Efectivamente, las ventajas que ha traído la globalización y el libre comercio han generado una irrupción de un conjunto de nuevas editoriales, tanto de editoriales que se han estado consolidado en el mercado como distribuidoras, como editoriales independientes.

Esto también ha generado una irrupción en las publicaciones. Es maravilloso ver como desde novelas muy importantes y muy largas, como por ejemplo ‘El Espía del Inca’ de Dummet, han provocado una generación de novelistas jóvenes muy interesantes, como también de otro tipo de narradores mucho más independientes o mucho más bizarros, o dedicados a temas más subterráneos que han tenido eficazmente la posibilidad de poder publicar.

Yo creo que efectivamente que el hecho de que ahora tengamos un conjunto de alternativas digitales es lo que ha permitido una eclosión que está empezando a alcanzar otras provincias más allá de Lima.

¿Qué tan importante es el sentimentalismo en la poesía?

La sensibilidad contiene un registro no sólo valioso, yo diría que incluso es un pilar vertebral en la literatura. Yo suelo ser, además de abogado y poeta, un comentarista y prologuista.

Creo fundamentalmente que hay que ser generoso con los autores y, en particular con los poetas, algunos contradictores y otros jóvenes. Todos ellos merecen una oportunidad y, en los últimos años, y más aún en estos tiempos de pandemia, debemos apoyar y dar cobertura a escritores jóvenes.

A veces, hay personas dentro de la literatura que son capaces de acuchillarse o atacarse entre sí, y esa no es la actitud. La actitud es el esfuerzo en la elaboración y publicación. La actitud es la de la promoción y no la destrucción. Es como si nos estuviéramos suicidando por la falta de motivación.

¿Qué sería necesario para motivar más?

Yo creo que el único compromiso conjunto en el que no deberíamos tener discusión, fisura o diferencia es en el fin de promover intensamente la lectura en Perú. Promover que los peruanos sean en un futuro no muy lejano más capaces de leer, escribir y que nazca esa posibilidad y actitud en ellos.

Que sean capaces de comprender lo que están leyendo y que esa comprensión sea creciente. Y esto lo tenemos que promover los escritores, porque si las personas no saben leer, nadie va a poder leer una novela, ¿no es cierto?

Y si las personas no saben leer la poesía peruana, que digamos tiene una onda característica, no va a poder ser no solo entendida, sino ni siquiera conocida por nuestros propios compatriotas. Y eso es una circunstancia que no debería haber en ningún país.

¿Qué cree usted que es necesario para ser un buen poeta?

Para ser un buen escritor, en general, lo que tienes que hacer es leer y, para ser un buen poeta, haber leído mucha poesía. Creo que lo primero es la dedicación y el compromiso con su literatura y con su arte. Y ese compromiso debe expresarse fundamentalmente investigando, leyendo, adquiriendo un conjunto de experiencias que no necesariamente tienen que estar vinculadas al trabajo estrictamente literario.

En mi opinión, los grandes escritores son todos aquellos que a lo largo de la historia de la humanidad han tenido otros trabajos, además de literarios. Los oficios extra literarios son esenciales para mejorar el registro, para confrontarlo con escenas de la vida cotidiana y poder enriquecer.

Una figura muy importante en su obra es la de la mujer, ¿qué representa para usted?

Me considero un escritor feminista de los buenos. Creo que la mujer como personaje literario es el más rico de la literatura universal. Yo le he dedicado mi tercer libro, ‘Malévola tu Ausencia’, es un libro literario que forma parte de La Boca de la Sombra, que lo acabo de presentar aquí, en Madrid. Las mujeres en la literatura han representado un conjunto de papeles
ciertamente poderosos, han sido leitmotiv de obras grandiosas como Madame Bovary.

Por otro lado, la literatura moderna tampoco puede entenderse sin el personaje femenino y sin las propias escritoras.

Por todo ello creo que la mujer es un personaje literario inagotable y sumamente rico. Creo que las mujeres escritoras deberían no ser ni sentirse invisibilizadas.

¿Las mujeres de sus páginas son reales?

Sí y no. Hay mucho de las mujeres universales. ‘Malévola tu Ausencia’ es un libro literario que está dedicado a las mujeres de la literatura, pero todas ellas tienen algo de realidad. No sólo por lo que ellas representan en sí mismas, sino porque al mismo tiempo su riqueza también está compuesta por la relación con el compañero de viaje que les toca en la obra literaria. Entonces ese es un poco el rol que este escritor ha cometido. Es una suerte ser el actor participante en ese proceso de obras.

¿Quién es la mujer más importante para usted?

Bueno, tengo varias: (risas) mi madre, mi mujer, mis hijas… Son mujeres importantes en mi vida porque soy quien soy por ellas. Me han hecho ser así, como soy.

Suelo hablar de mi esposa como la arquitecta de mi existencia. Además, mi madre es quien me trajo a este mundo… ambas son una fuente inagotable de aprendizaje y de conocimiento. Cada una de las mujeres que he conocido ha dejado un surco importante.

¿Podríamos decir que hay algo en usted de cada mujer a la que ha amado?

Si, están todas así dispuestas en sus páginas. Yo creo que es obligación del lector descubrirlo, no del intérprete o del creador, eso se queda ahí. Y, en cierto modo, también ese es el misterio de la magia de la literatura.

¿Cómo ha vivido la pandemia?

Institucionalmente, o sea, a nivel de lo que es el país, ha sido un episodio muy difícil: quizás el más difícil de nuestra existencia con centenares de miles de muertos.

En la parte laboral ha sido una jornada de recogimiento. Creo que a los escritores nos ha sentado muy bien porque nos hemos permitido dedicar más horas o gozar de más espacios de tiempo para poder escribir.

En cierto modo tengo sentimientos encontrados entre la situación vivida mundialmente, la pérdida de seres queridos, la crisis que atraviesa Perú y lo personal. En el último plano estoy agradecido porque me he permitido encontrar tiempo para poder centrarme en la escritura.

¿Qué es lo que vamos a encontrar en las páginas de ‘La Boca de la Sombra’?

Es mi libro de poesía reunida. Tenía esta idea desde hace mucho tiempo y quería hacerlo cuando hubiese publicado mis tres libros de poesía. Es un libro que recoge lo que se ha sembrado y las intensas amistades literarias en España con las que he sido bendecido: el poeta Alfredo Pérez, el pintor Miguel Elías, la poeta Raquel Lanseros o Antonio Colinas.

Este libro es un objeto de gratitud a todos ellos por la amistad, la hermandad y la fraternidad.

Tanto ‘Malévola tu Ausencia’ como ‘La Boca de la Sombra’ mezclan algo bonito, dulce, pero a la par tienen detrás oscuridad, ¿no?

Si, efectivamente. ‘La Boca de la Sombra’ es un término creado por Víctor Hugo, incluso un libro de él se llama así. Víctor Hugo lo asociaba en sus periodos de espiritismo como «el hueco donde se depositan los cadáveres». Pero, además, tiene mucho que ver con esa jornada de misterio, de actualidad, de ausencia de luz que uno al final encuentra en determinados amaneceres.

En el caso de ‘Malévola tu Ausencia’ es más bien la estrofa de un vals peruano y, de acuerdo con Antonio Cisneros, uno de los grandes en Perú, decía que era el vals más poético jamás escrito.

¿Cómo esperas que lo reciba el público?

Espero que favorablemente. Siempre invito a leer los libros de otros, pero también los míos, claro. Espero que quién se lo lea se transporte a un viaje por la juventud y la madurez del poeta, sobre los viajes y las ciudades que ha visitado y que ha vivido, sobre los amores que se le han aparecido o reaparecido. Que el libro le represente, pero que también sea para ellos una jornada de gratitud y un comienzo para nuevas aventuras literarias.

Última hora