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Guillermo Pérez-Tomé

Guillermo Pérez-Tomé: «‘El paraíso de Travis’ nace de querer crear un debate sobre cómo serían las prisiones en el espacio»

Guillermo es principalmente ingeniero y profesor. Se dedica a la docencia en ciclos formativos de grado superior. Es profesor de informática y prepara a futuros informáticos, desarrolladores y programadores. La escritura es su hobby y, al parecer, no se le da nada mal, pues va por su cuarto libro. Por lo que es, también, escritor de ciencia ficción.

Comenzó con la Saga DOMUS, una trilogía futurista situada en la ciudad de Madrid dentro de 50 años. Ahora, se ha lanzado con El Paraíso de Travis. Nos lo cuenta en La Azotea de Madrid365

¿Cómo surge esta idea futurista?

Me tengo que remontar a la primera trilogía que escribí. El Paraíso de Travis llega tras haber escrito tres libros antes, que conforman una trilogía, donde tenía una idea que me quería sacar. Una vez te sacas la idea que quieres escribir es cuando creces un poquito más como autor y empiezas a escribir ideas originales de verdad. 

El paraíso de Travis nació de querer crear un mundo, un debate alrededor de lo que serían las prisiones en el espacio. Nace de una idea sobre cómo sería una penitenciaria futurista. Ahí empecé a trabajar: ¿Cómo sería el sistema penitenciario en un futuro lejano? Es decir, ¿Qué es lo que ocurriría cuando hubiera que ajusticiar a los “villanos o malhechores” en un entorno en el cual el ser humano ha evolucionado?

Ya lo veréis, en la novela el ser humano en el siglo XXVIII es diferente al ser humano del siglo XXI. El ser humano ha evolucionado y mejorado con el paso de los años. En esta época de cambio es donde surgen las altas capacidades del crimen’. Gracias a ellos surge un nuevo sistema carcelario. 

Siempre te ha llamado la atención la fragilidad de la mente humana o los perfiles condenados, ¿por qué?

Desde niño me han gustado los cómics DC y Marvel, entre otros. Sobre todo de DC, los cómics de Batman. Cuando ya has leído mucho de ese tipo de personajes, descubres que lo que hace bueno a los cómics no es el personaje principal, sino el villano, que están de alguna manera a la altura de los protagonistas, y cada uno tiene un desencadenante, un trauma, una razón que les hace actuar así.

Siempre me ha gustado el background que hay detrás de esos villanos de alto rango, que la pueden ‘liar pardísima’ en el mundo de la novela, y por eso lo he trabajado.

¿Se puede salvar a alguien condenado, según tú?

Sí, sí se puede. Lo que pasa es que, en este contexto de futuro, hay una forma de hacerlo. El debate inicia con una persona que comete un error, cumple un proceso penal y, el objetivo realmente de esa penitencia es ser capaz de tener una reinserción. Pero, ojo, la reinserción no se produce en la Tierra. La reinserción se produce en un lugar alejado de las víctimas, es decir, fuera de la Tierra. 

Y, para hacer esto posible, se crean las cárceles espaciales. El archipiélago de Ifkamhar, que es la esencia de El Paraíso de Travis, está compuesto cinco esferas que están en el espacio. Esas esferas están huecas por dentro, tienen el tamaño de un planetoide, y permiten no solamente que el prisionero tenga una fase de penitencia, sino luego también una fase de reinserción. Pero reinsertado en una sociedad formada únicamente por estos perfiles. Cada una tiene distritos, ciudades, montañas, ríos.

Las cinco esferas tienen estéticas diferentes y se guardan malhechores de determinada tipología en cada esfera. 

¿De dónde nace tanta creatividad?

No tengo ni idea (risas). Juro que no hay drogas de por medio, ni estupefacientes, ni nada de eso. Simplemente, me va surgiendo el «uf, sería interesante contar esta idea», y cuando tengo mi espacio de lealtad a la pluma, me pongo a escribir, a generar borradores y voy dándole vueltas a esa idea. Luego, cuando ya junto algo, a lo mejor puedo publicarlo (risas).

¿Qué has leído de este estilo, que te pueda inspirar o despertar esa parte de ti?

Algunas veces tengo una especie de regreso a los clásicos, y ahora, por ejemplo, el escritor de ciencia ficción que está pegando fuerte, Brandon Sanderson. Muchas veces me inspiran ellos y otras algo tan simple como leer el periódico. Leer las noticias de hoy, sucesos que hayan tenido lugar y que despierten un debate. Por ejemplo, el debate de la reinserción es un debate que está constantemente saliendo, cada vez que vemos un suceso de asesinato, de alguna fechoría importante…

¿Es viable la reintegración social? 

Con bastantes salvedades. Dependiendo del tipo de crimen, de la gravedad, del enjuiciamiento, de cómo se valora la circunstancia. La reinserción… hay gente que no puede reinsertarse, o, si se reinserta, se tiene que reinsertar en un entorno aislado completamente de la posibilidad de entrar en contacto con víctimas o coetáneos a las víctimas.

¿Qué es la Escuela de Travis?

En el futuro, para tratar a los que conocemos en el libro como ‘las altas capacidades del crimen’ y, para la gente que comete fechorías, se tiene que dar una vuelta de tuerca a la hora de enjuiciar para poder reinsertar a estas personas. 

La Escuela de Travis nace de la mezcla y evolución de las escuelas psicológicas tradicionales: la lacaniana de Psicoanálisis del Campo freudiano, y, se ubica para poder formar funcionarios que puedan acompañar a los presos en ese proceso de reinserción, en las esferas Ifkamhar.

¿Cómo funcionan estas cárceles espaciales?

Los prisioneros están rankeados por peligrosidad. Por ejemplo, rango A, B, C y S. Y los funcionarios también tienen los mismos rangos que los prisioneros. De este modo, un funcionario de rango B puede tratar a prisioneros del mismo rango e inferior, pero no prisioneros de peligrosidad más alta.

Lo interesante de la novela es que vas viendo a los prisioneros de rangos inferiores y te estás preguntando «oye, ¿y los prisioneros de rango S?»

  • Los prisioneros de rango B y C pueden ser jefes de sindicatos de crimen, o multi asesinos muy inteligentes.
  • Rango A ya estamos hablando de Moriartis, es decir, de gente muy lista que es capaz de orquestar guerras entre territorios. 
  • Y luego está el rango S, un rango especial. La norma en El Paraíso de Travis y en las esferas de Ifkamhar que solo puede haber un rango S por esfera, no puede haber más. Los presos pertenecientes a este módulo poseen capacidades sobrehumanas o poderes especiales.

 

¿Crees que es posible traer este sistema a la vida real?

Es bastante improbable, por una cuestión de recursos. Aunque quizás se podría implementar el sistema de forma aproximada en una isla suficientemente grande, no sujeta a ningún estado. Y que la gestione la propia institución penitenciaria.

¿El objetivo de esta historia es…? 

El objetivo de Paraíso de Travis no es solamente reintegrar a los presos. Para los de rango S, el objetivo es poder conseguir que pongan sus ‘dones’ al servicio de la humanidad. Ese el objetivo final. 

Así, al que le gusta hacer el mal, su castigo es hacer el bien. 

¿Por qué ese título y por qué ese nombre la cárcel?

La palabra Ifkamhar viene de la partícula ‘if’ que es una inspiración de la novela El Conde de Montecristo, del castillo de If. Y ‘kamhar’ significa ‘casi perfecto’. Así, ‘If’ significaría ‘cárcel’ y ‘kamhar’, ‘casi perfecto’, es decir ‘prisión casi perfecta’.

Y, El Paraíso de Travis… ‘Travis’ no es el nombre del protagonista. Jonathan Travis es, en la novela, el ideólogo, filósofo, visionario que define la escuela donde se forman a estos funcionarios para poder tratar a los presos. 

Has creado una app que te hace vivir la historia de una manera más real, ¿cómo es eso?

He querido mezclar las dos disciplinas que se me dan bien, que son la informática y la escritura. Así que sí, la novela va acompañada de una aplicación móvil, de momento, para Android. Vamos a trabajar para también sacarla para móviles de Apple.

Es una aplicación que sirve como marcapáginas virtual. Es decir, a lo largo de la novela, el protagonista se va encontrando unos terminales. Va por la esfera, le toca trabajar en un módulo, luego en otro, y se encuentra terminales. Esos terminales, en su panel, en lugar de tener móviles, tienen cristales… lo que hacen es descargarse el correo y los mensajes que llegan de la Tierra con muchísima latencia. Entonces, el lector, cuando el personaje se encuentra con ese terminal, se va a encontrar un código QR y, gracias a la aplicación móvil, lo que va a poder hacer es escanear ese código como si estuviera siguiendo al personaje, haciendo exactamente lo mismo.

Además, al lector se le actualiza el glosario de palabras que se va encontrando en la novela, de tal manera que no se tiene que romper el cuello mirando los pies de página estos que nos molestan tanto (risas). Tú puedes tranquilamente terminar el capítulo, sacas el teléfono, miras la aplicación y consultas el glosario por si hay un término que no te terminaba de sonar.

¿Qué impacto está teniendo la app?

Una de las cosas que más está gustando a los lectores es que la novela tiene una red social descentralizada en la que los personajes se comunican. La aplicación tiene una emulación de esa red social de burbujas de pensamiento… ¿Qué significa esto? Tú puedes terminar de leer un capítulo, acceder a la aplicación y puedes enviar un mensajito de ‘cómo mola este episodio’ o ‘verás como este va a ser malo’. Entonces eso lo pueden ver, en tiempo real, el resto de lectores. Aunque, para no hacer spoilers, solo puedes ver lo que piensan o lo que ha pensado otra persona que acaba de leerse en ese momento el mismo capítulo que tú. 

¿Qué recibimiento esperas que tenga la novela?

Espero que el recibimiento sea lo mejor posible, lo que pasa es que eso no lo puedo prever. Aquí en España, por ejemplo, lo que más triunfa es la novela histórica. Yo me he propuesto que la Ciencia Ficción se ponga de moda otra vez. O lograr que el género despierte más interés, o al menos tanto interés como despierta la novela histórica.

Y, ¿cómo?

Estoy en ello. Lo que busco es acercar la Ciencia Ficción de manera amigable al lector para que lo descubra y diga “¡ostras, puedo entender!”, porque muchas veces se dice que la Ciencia Ficción es para gente “rarita” o gente que le va la cabeza a toda pastilla. No, tú puedes disfrutar esta novela, sepas o no sepas de tecnología, de prisiones, de sistemas. No tienes que saber. No tienes que tener un background previo y la puedes disfrutar perfectamente.

La presentación es el próximo día 19 de octubre en el Centro Riojano de Madrid, ¿vas a generar un buen debate con esos acompañantes en la mesa, eh?

Sí, llevamos a Pepe Brías, consejero delegado de Madrid Diario y a Ángel Calvo Solana que es el CEO de Hermanos de Armas, que es una asociación de recreación histórica, muy aficionado a la Ciencia Ficción que, según me han contado, se ha forjado, él mismo, de forma manual la propia espada del protagonista.

La presentación va a dar de qué hablar, sí, eso parece… (risas).

Hablando del Centro Riojano, un lugar precioso en pleno corazón del Barrio de Salamanca, ¿cuál es tu rincón favorito de Madrid?

¡Wow! Me has pillado por completo. ¿Mi rincón favorito de Madrid? El parque Juan Carlos I me gusta mucho y siempre es un sitio al que acudo cuando tengo que reflexionar. Lo hago paseando entre las esculturas, o cuando necesito despejarme. Es un paraje de Madrid que me gusta un montón. 

Y, finalmente, ¿cuál es el lugar más raro en el que te has inspirado?

De viaje en un avión, quizás sea por las presiones, que el cerebro lo tenemos un poquito más encharcado (risas). Subiendo y despegando se me ocurren ideas que rápidamente agarro el tomador de notas del teléfono y aterrizo los conceptos, porque luego se me olvidan.

A veces me suele pasar también de un sueño que has tenido, a lo mejor una idea que nada más levantarte, tienes que tener la habilidad de agarrar el bloc de notas y aterrizarlo porque luego se te olvida. Antes de que el sueño desaparezca de la mente, intento dejarlo escrito.

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