Guillermo Furiase, uno de los rostros más desconocidos de Los Flores, lanza su primer disco en solitario. Divertido, risueño, y con la melena al viento, este joven artista visita La Azotea de Madrid 365 para hablar de su pasado, presente y futuro.
Desde cómo ha sido criarse en una familia llena de artistas, pasando por quiénes han sido sus mayores referentes, hasta llegar al presente, donde, tras un par de sencillos, está ya preparado para echar a volar con su nuevo disco.
¿Qué supone llevar el apellido Flores?
Para empezar es un orgullo. Es un orgullo porque es una familia que ha marcado mucho territorio y tiene una gran trayectoria, además es una familia a la que todo el mundo quiere. Pertenecer a los Flores es un orgullo siempre. Por cómo han trabajado, por el trabajo que han logrado y es algo que nos han enseñado o de lo que nos hemos contagiado toda la familia a lo largo de nuestra vida.
Es cierto que igual «nos saltamos un poco la cola» para acceder a cosas, pero tenemos que tocar la puerta y tenemos que demostrar lo que valemos igual que todo el mundo.
Y también es cierto que hay un poco de presión social por parecerse a algunos de los que han triunfado en esta profesión, pero tengo que matizar que eso solo pasa fuera. En casa no vivimos esa presión. Mi madre es mamá y mi hermana es mi hermana y punto.
Eres un tío discreto y que te gusta pasar un poco desapercibido, ¿qué ha supuesto la prensa en tu vida?
Cuando te dedicas a una profesión que es de cara al público al final te das cuenta de que van a estar ahí. Es complicado. Cuando tienes seis o siete años y están en la puerta de tu casa tu no entiendes nada. Yo les tiraba petit-suisse, pan… cosas que no hiciesen daño pero se las lanzaba desde la rejilla.
Es algo que nunca me ha gustado. Cuando he ido con mi madre por la calle, miradas… Es difícil acostumbrarse a eso, al menos para mí lo ha sido.
Ahora estás preparando un disco y eso va a ayudar a la prensa a estar más cerca de ti, ¿estás preparado?
Para eso sí. Profesionalmente, no me importa. Es lo que hay, en ese sentido me gusta y nos viene bien. En conciertos, cuando hice la película, etc… en ese sentido estoy encantado con la prensa.
Ahora que dices lo de la peli, ¿actuar o cantar?
Cantar actuando. Y si me llaman para otra peli, lo haría aunque tuviera que hacer de pájaro. (risas)
Emprendes tu camino en solitario y también te comparan algo más con tu tío, ¿cómo lo llevas?
Bien. Igual que mi sobrino se parece a mí, yo sé que me parezco a mi tío porque es ley de vida. Me gusta parecerme pero no ser igual, yo tengo mis cosas y él las suyas. Es bonito que les recuerde a él pero no que nos comparen.
Además, me encanta cuando hay buena fe en ese recuerdo o en la comparativa. Pero no todo el mundo lo dice con esa buena fe.
¿Quién ha sido tu mayor referente?
Mi madre. Es mi madre y mi amiga. Cuando me pasa algo personal o profesionalmente es con ella con quien hablo. La que me da los consejos más importantes y, además con su trayectoria profesional y todo lo que ha vivido, qué mejor que una todoterreno como mi madre para que te explique, te aconseje y sea tu figura de referencia. Es ella.
¡Ah, y mi sobrino chico, es muy importante! Me ha marcado muchísimo, me han entrado hasta ganas de ser padre. (Risas)
¿Y tienes con quien serlo?
Todavía no. (Risas)
¿Qué significa para ti la música?
Para mi la música es la mejor compañía que hay. No hay nada mejor que eso, ni el amor. Estés solo o no la música sabe llenarte y sabe hacerlo bien. Es el amor profundo sin pedir nada a nadie y sin necesidad de alguien.
¿Qué te ha empujado a empezar tu camino en solitario?
La verdad, el traer pan a casa. La prisa de vivir. Las ganas de currar en serio. Dejar atrás los miedos del qué dirán. El decir «cojo la mochila, me la echo a la espalda y a caminar».
También he encontrado algo en lo que me siento seguro y puedo sacarlo. Ha sido un proceso, no algo de la noche a la mañana.
¿Cuál ha sido tu mejor canción hasta la fecha?
Uy, no te lo puedo decir yo. Pero si te tengo que decir una… “Cuelgo las alas”. Habla de algo muy real y la letra es de verdad, de la que sale de dentro. Está en Youtube.
¿Piano, batería o guitarra?
Primero guitarra, sin duda. Después, batería.
¿Qué sientes con la guitarra?
Pues en realidad es el primer instrumento que cogí y por eso me desenvuelvo con ella, pero si hubiese sido el saxofón sentiría lo mismo. Lo que siento es todo lo que puedo expresar. Es el instrumento con el que me desinhibo. La guitarra es cuando soy yo, cuando me olvido de lo demás y sale la espontaneidad.
¿Cómo es subirse a un escenario?
Me acojono vivo. Eso lo primero, y después siento una euforia que es como esa sensación de felicidad cuando todos tus deseos se cumplen de verdad. Como un niño pequeño en una piscina de pelotas.
¿Tienes algún ritual previo?
No vomitar. (Risas). La verdad es que no tengo, pero ese día lo paso fatal, apenas como ni bebo nada. Le tengo mucho respeto a los escenarios, por la gente y por mi, soy muy perfeccionista y quiero que salga todo bien, por lo que la responsabilidad recae toda en mí.
Aunque sí que es cierto que una vez cantada la primera canción, después del típico “Hola, ¿Cómo estáis?», aparece mi hermana con una tacita y ahí si que me tomo una cervecita.
Comentábamos antes de empezar la entrevista el tema del Flamenco Fusión, ¿qué opinas?
Ah, me encanta, me parece un acierto. El flamenco es cultura de España y fuera nos conocen por ello. Así que el hecho de que se fusionen razas, culturas y estilos entre países me parece un acierto espectacular.
Ya lo hizo Camarón en su tiempo y no solo Camarón, mi abuela y mucha más gente, pero es cierto que fue algo muy criticado por su propia gente y en general. Me gusta que ahora sí se acepte y que guste. Un acierto que enriquece.
¿Cómo se vive el flamenco siendo gitano?
El flamenco es un sentimiento que podemos tener todos, lo que pasa es que el gitano sabe el trabajo, el curro y el esfuerzo que hay detrás, por eso se vive más. El flamenco es como un color, te gusta o no te gusta.
¿Crees que al haber nacido en una familia conocida has tenido ciertos privilegios o ciertas miradas cuando eras pequeño?
Mira, hay una frase que no se me olvidará jamás que escuchaba mucho cuando era pequeño y es “tu eres millonario”. Y yo pensaba: si tu supieras…
La profesión de mi familia, del artista, es una profesión que da mucho dinero cuando lo trabajas y creas tu marca y tienes un buen y gran momento, pero no es algo estable. Tienes que saber gestionarlo muy bien.
Hace poco te fuiste con tu madre y con Jesús Calleja de viaje, ¿qué tal la experiencia?
Tiene que salir el programa aún. Fue genial pero hubo algunas cosas que no pudimos hacer porque mi madre está fastidiada de la espalda, pero la experiencia con Jesús es increíble. Por él y por la experiencia.
Ya estamos en 2022… ¿hay fecha para el disco?
Pues yo creo que máximo marzo.
¿Te gustaría actuar en algún sitio en especial?
Sí, pero no quiero que ser gafe así que no lo voy a decir para que se cumpla.
¿Una pista?
Algo grande en Madrid. Pero para eso queda mucho. En mi casa dicen “No quemes las cosas porque sino no pasan”, así que los mecheros guardados siempre.
Y, para terminar, ¿te gustaría colaborar con alguien en especial?
Con C-Tangana me gustaría hacer una buena mezcla. Y también con algún artista americano, en inglés.
Y, bueno, españoles, muchos: con el Kanka, con Antonio Carmona, con Alejandro Sanz. Me encantaría… O con Rosendo, que era muy amigo de mi tío. Sería la caña ese concierto.
