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Çantamarta

Çantamarta: «Lo bonito de este momento es el público que tenemos, los seguidores están a la espera de lo que va a salir»

Çantamarta, formado por dos andaluces y un colombovenezolano (Omar, Benito y LuisLo), es un grupo emergente que aporta ritmo y mensaje. Su música se caracteriza por sus ritmos de Hip Hop, House y Soul y sus canciones aportan cultura, historias y mensaje.

Çantamarta no deja nada al azar pero si algo les llega por el camino se nutren de ello. Esta banda está creciendo a una velocidad increíble gracias a un estilo que engancha y a unos mensajes que hacen que, sin darte cuenta, te veas tarareando sus canciones cuando vas por la calle.

 ¿Cómo surge esta fusión de un cordobés, un granaino y un colombovenezolano?

Omar- (O): Soy el cordobés, vivo en Málaga. Fui a Málaga para estudiar y empezar la universidad y ahí conocí a Benito. El segundo año de carrera, en verano, nos fuimos a Granada y, mientras me enseñaba la catedral, por la Plaza de Alonso Cano, escuchamos a un chico tocando en la calle con su guitarra, la acústica de ese lugar te envolvía, es increíble.

Benito- (B): Era súper íntimo el momento.

O: Nos gustó mucho y nos inspiró. Terminó, le echamos sus monedicas y empezamos a hablar con él. Le preguntamos si tenía algo para poder escucharle porque nos gustó mucho y nos dijo que no tenía nada grabado porque carecía de los medios. Entonces, nosotros, que tampoco teníamos mucho, le ofrecimos la posibilidad de que viniera a Málaga. Estuvimos hablando y viendo gustos musicales, nos enseñó cositas que había compuesto. Así fue como empezamos a quedar con más frecuencia, después a grabar y así fue surgiendo…

 ¿Qué es lo que tiene la voz de Luislo para que os acercaseis?

O: Es diferente. Es una voz completamente personal que no habíamos escuchado antes. Beni y yo somos muy curiosos y, creo que por nuestra etapa de Dj´s siempre estamos al loro de cosas nuevas y frescas y, desde luego, Luis lo era.

B: Se te activa la bombilla de “¡esto me inspira!”.

O: En nuestra carrera coincidimos con gente de mucho talento, pero de otro palo. El timbre y la sonoridad de su voz no la teníamos en nuestro circulo y le queríamos con nosotros, era y es especial.

Omar y Benito, estáis en vuestro país y luchando y apostando por vuestro sueño pero, Luis, ¿Cómo es luchar por tu sueño tan lejos de casa?

Luislo- (L): Muy de un día a la vez, esa es la frase que siempre he tenido presente. Es cierto que he tocado en la calle y era mi medio para conseguir plata y mantenerme, pero nunca llegué a visualizarme en ello como profesión. El esfuerzo de estar aquí, en España, y mantenerse, es un poco estresante: entre conseguir los papeles en extranjería, trabajar, estudiar…, pero siempre he estado bien acompañado de personas que son importantes y que me suman.

Y, a nivel artístico, ¿qué tenían ellos para que tu aceptaras así, de un día a la vez?

L: Pues, tocando en la calle coincides con muchos músicos que son unas bestias y, por cosas de la vida, no pudieron dar el salto. La calle es un mundo. Conocí a personas que me decían que les gustaba y que me acercara a su casa para escuchar y hacer algo juntos pero nunca sentí lo que sentí con Omar y Benito. Me engatusaron muy bien, fue fácil, dejaron la pelota en mi tejado. Me enseñaron las cositas que tenían en soundcloud y su flow electrónico podía chocar con mi acústico pero mi curiosidad y las ganas de vincularme con ese mundo hizo que todo fluyera de manera natural. Los días que hubo hasta nuestra “cita” hizo que se macerara el sentimiento.

Cuando nos pusimos a hablar de electrónica, compartíamos ciertos gustos porque yo escuchaba mucho con mis amigos y ellos por conocimiento y dominio. El moombahton, que me fascina (subgénero de la música electrónica de baile que fusiona principalmente la música house con elementos del reguetón) a ellos también. Nos pusimos a hablar de temas más acústicos o más instrumentales y había conexión porque su lado flamenco se vincula con mi lado más salsero o de cumbia y merengue, que están hermanados de alguna manera. Entonces, hubo un feeling que hizo que todo fluyera de forma natural y bonito.

B: Había conexión a la hora de escuchar temas o cuando Luis nos enseña algo que no conocemos, nos descubre un mundo. Nos hemos aportado mucho mutuamente y eso ha sido clave para nuestro crecimiento. Fuimos viéndonos cada vez más y lo mismo quedábamos para hablar que para escuchar un disco.

¿Cuál ha sido el disco que más o ha gustado?

B: Fania All Stars, en Zaire.

Los tres: Discazo, nos fascina.

¿El tipo de música que más os gusta?

B: Lo que más disfruto es Jazz Fusion.

L: Yo me quedo con dos: la salsa para mi es un antes y un después, un mundo de posibilidades que me acercó al jazz; y, después, el hiphop, tanto el estadounidense como venezolano. Yo era de los que saltaban con ese rap underground que disfrutaban pocas personas. Y si me meto en ritmo colombiano ya lo que me pongas, a mi me fascina, son mi padre y mi madre.

O: Escucho tanto y tan variado que solo te puedo decir que disfruto toda la música; pero todo lo que sea fusión tiene algo especial, ya sea de la escuela de flamenco, como jazz o salsa… el ritmo brasileño me gusta mucho.

¿Habéis tocado en la calle?

B: Nosotros no. Bueno, cuando nos juntábamos unos cuantos en los primeros años de carrera tuvimos el planteamiento pero al final no se dio. Lo queríamos hacer como algo experimental, para ver cómo reaccionaba la gente.

Y, Luis, ¿prefieres sala o calle?

Sala, pero la calle te enseña mucho como dominar un público. Cuando estás en la calle tu eres el ente externo, la gente está yendo a comer o a un museo y no a ver a este chaval tocando, pero tu juegas con tu arte para que se queden una y otra vez, unos y otros. Ese instinto de supervivencia que te da la calle no lo tienes en otro sitio y lo puedes aplicar luego en la sala. Lo que me ha aportado la calle es todo un aprendizaje que me ha hecho ser quien soy hoy.

 ¿Cuál es la próxima sala en la que tocáis?

L: Pues aquí en Madrid, estaremos el 7 de abril, este jueves, ¡en la sala EL SOL a las 21.00hrs!

B: Hemos estado en Clamores, en la Riviera y en Café La Palma pero en El Sol es nuestra primera vez. En Café La Palma con Willy Deville, rapero venezolano que nos ha apoyado siempre y fue un acompañamiento a un concierto de hiphop en el que conseguimos que se contagiara ese Flow tropicaloso de nuestra esencia.

L: Tenemos mucha variedad en nuestro público porque nuestra música es como un estado de ánimo. Y, en cuanto al día de Café La Palma pues explotamos nuestro lado más rapero. Y, en La Riviera estuvimos de invitados de Anakena, banda venezolana que vive aquí en España. Fue muy bonito.

¿Qué es lo que te permite una sala?

O: Te da la oportunidad de conquistar a quienes están allí. Conquistar a personas que sabes que cuando vuelvas a tocar en su ciudad van a estar ahí porque esa conexión es para siempre. Hemos estado en Granada, Málaga y Madrid.

¿Próximas fechas y ciudades..?

B: Tenemos pendiente ir a Barcelona. A Zaragoza vamos el 29 de mayo que es la Fiesta de las Flores y vamos al Festival El Observatorio en El Bierzo.

L: Hasta ahí podemos decirte a ciencia cierta, estamos cerrando fechas.

O: Además, no nos olvidemos que nuestra música también está en Latinoamérica, por lo que vivir la experiencia de ir tiene que ser impresionante.

L: Nuestras canciones hablan de las raíces de allá y tu notas cuando se empatiza y se siente hasta tal punto que te mimetizas con el público y viceversa.  En Clamores lo vivimos porque veíamos la expresión de la gente. Y la sensación de que sientan el mensaje como algo suyo y eso en Colombia, Venezuela o México va a ser un feeling que creo que no se puede explicar.

Y, ¿si alguien no quiere ir solo porque le da vergüenza? Que le diríais… 

L: Pues que se ponga en contacto con nosotros vía Instagram porque hay un grupo que se dedica a conectar a estas personas para que vayan juntas. Es increíble. Si quieres venir y ese es tu “problema”, te damos la solución.

Entonces, ¿por qué estáis aquí? ¿Qué tiene Madrid?

O: La industria.

L: Aquí está todo.

B: En plena pandemia, fue cuando Lluvia comenzó a florece en Youtube y, a partir de ahí nos contacto Universal y comenzamos a hablar con ellos y ellos tienen la sede aquí en Madrid. Y lo que hacen es ponerte en contacto con su gente para trabajar temas y crear contenido. Así conocimos el estudio al que venimos siempre a trabajar. Madrid es nuestro encuentro, es esa gente que nos acompaña: técnicos de sonido, músicos increíbles… Madrid tiene toda la industria musical.

O: En Madrid haces en un fin de semana lo que en el otro sitio haces en mes.

¿Cómo es un día de Çantamarta en Madrid?

O: Nos despertamos, ducha y al estudio y más estudio y otra vez estudio.

L: Un ritmo muy destroy, casi sin dormir si estamos los tres pero mejor así que no dormir por salir de fiesta.

O: Nos encanta no dormir y estar trabajando.

B: A las 5am haciendo trabajo creativo pues tienes magia, el ambiente que hay a esa hora. Editar no, tienes que estar más fresco. Y el estudio donde vamos a trabajar nos permite hacerlo y tiene todo para poder crear, editar…

Estamos hablando de una forma de vida, no de un trabajo, ¿no?

B: Justo, así es como tienes que interpretarlo. No hay horas de trabajo. Hay canciones que necesitan meses, necesitan su tiempo de maduración, y volver a tocarlas…

¿Qué colaboraciones os gustaría hacer?

L: Valeria Castro nos encanta. Coincidí con ella hace poco y le gusta lo que hacemos y que alguien a quien tu admiras venga y te diga que le gusta lo que haces es un piropazo. Valeria, musicalmente hablando, nos fascina.

O: María José Llergo también. O, Silvia Pérez Cruz. Esa línea es súper interesante. En el HipHop, por ejemplo, el combo canario.

L: Las voces dulces quedan muy bonito con lo que hacemos. Ya no es que cuadre con mi voz, es que hagamos algo en base a su voz. Las texturas.

Benito: Ya si seguimos es entrar en un tema de que hay artistas con los que harías una cosa y con otros una completamente distinta. Por ejemplo, algo sinfónico pero súper minimalista y con otros harías un house y rompería. Nos gusta jugar con las texturas de Luis y de los que nos acompañan, es un placer.

Nuestra música es muy dispar, tenemos un abanico muy amplio con lo cual eso nos abre puertas para colaborar con clásicos o estilos más urbanos.

Habéis sacado colaboración con Irepelusa hace nada, LUNA…

L: El tema parte desde Venezuela porque a ver, Ire pertenece al colectivo de La Costa y nosotros no formamos parte del colectivo pero nos encanta hacer colaboraciones con ellos, podríamos decir que somos miembros adoptivos de La Costa. Nos gustan las propuestas que tienen y nosotros estamos vinculados a ellos, indudablemente. Habían preparado entre cuatro, la parte de Ire más el estribillo y querían que le terminásemos de dar forma al tema. Al principio acompañando, y al final llevando la producción durante más de un año. A veces tienes que dejar que macere. Empezamos haciéndolo en LP. Sabíamos que teníamos entre manos un tema con mucha calidad e impone. Tras grabar las guitarras estuvimos cinco meses sin tocar. A veces duele esperar, pero hay temas que necesitan reposar, darles su tiempo y madure la idea en ti. Terminamos el tema para finales del año pasado, estábamos muy motivados y bueno, le está yendo muy bien. El resultado está siendo muy, muy positivo.

B: El plano que queríamos de coger bolero antiguo mezclado con recursos más modernos. Al hacer el check, la gente lo ha aceptado muy bien y ha entendido muy bien lo que queríamos transmitir que es súper importante, es un plus a parte de las reproducciones.

Lo bonito de este momento es el publico que tenemos, los seguidores están a la espera de lo que va a salir para analizarlo y esto está chévere. Ahora tenemos un nicho de oyentes muy interesantes pero el nicho de seguidores es otra cosa, y analizan los cambios y novedades.

Qué canciones son la identidad de Çantamarta

B: A ver, el proyecto hace que mutemos y crezcamos de manera individual y en grupo. Por ejemplo, Suena Sabroso fue un punto de inflexión en el que a través de los instrumentos creamos. En Amapola nos desquitamos, conseguimos tener ese punto de canciones compljas que tenían piano o chelo, como que íbamos metiendo cositas…

O: Luego está ese punto en el que nos empezamos a dar cuenta de esa vibra acústica mezclada con lo electrónico que nos nacía, salía sin buscarlo. Mi canción es Mariposas Amarillas, a nivel creativo a mutado de la v1 a la v21 por ejemplo ha sido impresionante los mil cambios y vueltas porque es tan potente el mensaje que ese acompañamiento sonoro tenía que estar cuidado. Mariposas Amarillas define a Çantamarta

L: Para mi  Florentino, sin duda. Suena Sabroso te cuenta lo que no quieres perder a pesar de la distancia. Mariposas Amarillas, es super completa, es un viaje y Florentino es rabia, es como el lado oscuro de Mariposas o Amapolas.

¿Quién es el cuarto miembro de Çantamarta? El desconocido…

L: Él no lo sabe.

B: Le conocimos cuando estábamos con Chinita, es Zulo. Es una persona mágica creando. Te lleva de la mano por un camino de manera indescriptible. Cuando le conocimos cogió nuestra versión de Chinita y solo puedo decirte que estábamos los tres bajo el piano, tumbados, escuchando esa magia mientras nos caían unas lágrimas… A nivel emocional se creó una conexión espectacular.

Entonces, Zulo os enseñó que no hay límites a la hora de crear…

O: Si y, fue la primera vez que alguien cogió nuestra música, hizo lo que le dio la gana y nos enseño el abanico de versiones que puedes crear con un mismo tema. La primera vez que subimos a Madrid.

L: Trabajar con gente que instrumentalmente es mucho mejor que nosotros para nosotros es clave porque estamos aprendiendo constantemente de ellos y, no te das cuenta pero ellos también de ti. No hay distancia, nos admiramos y nos damos la mano. Esto me recuerda a una conversación con un señor cubano que llegó a ser director de Buenavista Social Club, venía a hacer una fusión de flamenco y cubano, venía a dar indicaciones. Venía muy temprano y hablábamos sobre música, nos decía “mi sindicato” porque le cuidábamos, nos hicimos colegas y me quedo con una de las frases que dijo sobre el cambio de la música y fue “lo que ocurre es que nosotros, los músicos de orquesta somos una especie en extinción, somos dinosaurios. Si los jóvenes como ustedes no nos dan la mano esto se lo llevó quien lo trajo. Si no hay encuentro entre escuelas la música no avanza. Y si podemos juntarnos con alguien que pueda aportar, de una.

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