La mitad de los empresarios madrileños cuenta con una caída de sus ingresos el próximo año, según el barómetro International Business Report 2020, que firma la compañía de servicios profesionales Grant Thornton.
El informe recoge que en la Comunidad de Madrid un 50 por ciento de las compañías entrevistadas esperan que se reduzca su facturación en los próximos doce meses y un 40 por ciento que lo haga su rentabilidad.
El optimismo de los empresarios consultados de diversos sectores cae casi a la mitad con respecto a diciembre de 2019. Por aquel entonces ya se mostraban cautos ante una posible desaceleración económica. Ahora ese optimismo de cara a los próximos doce meses vuelve a desplomarse pasando del 40 al 24 por ciento.
Más optimistas que en 2011
Sin embargo, y a pesar de lo inédito que ha supuesto una crisis que ha exigido un cese completo de la actividad económica de forma temporal, según los datos históricos de Grant Thornton, los niveles de pesimismo no son tan preocupantes como los de primer trimestre de 2011, en la anterior gran crisis, cuando llegó a situarse en el 8 por ciento.
Si se compara la media nacional con la de la Comunidad de Madrid, el dato es idéntico ya que la suma de los ligeramente y muy optimistas asciende también al 24 por ciento.
El presidente de Grant Thornton, Alejandro Martínez Borrell, ha destacado que los datos obtenidos revelan que «en la anterior crisis los empresarios sí pronosticaron un deterioro profundo y estructural. Sin embargo, en esta ocasión parece que confían en una recuperación más rápida de la economía».
La pandemia, el principal factor
Los directivos españoles sí creen, no obstante, que la pandemia es uno de los principales factores que va a afectar negativamente a la marcha de sus empresas en el próximo año. Si a finales de 2019 sólo dos de cada cuatro directivos creían que esa incertidumbre iba a perjudicar a sus organizaciones, hoy ya son tres de cada cuatro (75 por ciento) a nivel estatal y un 70 por ciento en Madrid.
En Madrid, casi tres de cada diez empresarios afirman haber reducido sus ingresos o facturación en más de un 5 por ciento en los últimos doce meses (26 por ciento): una cifra inferior a la media estatal (28 por ciento), europea (42 por ciento) y la global (37 por ciento).
En base a ese mal dato, un 50 por ciento de los directivos madrileños reconocen que reducirán sus ingresos durante el siguiente ejercicio, de nuevo por encima de la media española, de la Unión Europea y a nivel global.
En cuanto a la evolución de sus beneficios que los directivos madrileños encuestados esperan para el próximo año, esta es peor que la de sus ingresos. Cuatro de cada diez (40 por ciento) temen que desciendan notablemente, una cifra inferior a la media nacional (44 por ciento) y a la catalana (52 por ciento) pero ligeramente superior a la europea (39 por ciento) y a la global (37 por ciento).
Piden cautela
«Debemos ser cautos con las cifras empresariales. La encuesta recoge todavía pocos meses del impacto de la crisis en las ventas y los beneficios de las empresas. Muchas compañías ya han puesto en marcha planes de contingencia, con acciones específicas en las áreas clave, que puede hacerlas más resilientes en estos meses y propiciar que el plan de negocio y el futuro de la empresa esté garantizado», ha señalado el consultor y experto económico de Grant Thornton, Carlos Fernández.
Sobre las exportaciones, las dudas sobre la demanda exterior también han aumentado entre los empresarios madrileños. El supuesto origen chino de la pandemia ha puesto de relieve las debilidades de las largas y complejas cadenas de suministro globalizadas y ha impactado en los grandes fabricantes de automóviles o de productos de electrónica.
Si a finales del año pasado más del 40 por ciento los empresarios españoles preveían incrementar sus exportaciones, ahora sólo lo hacen el 24 por ciento a nivel estatal y el 18 por ciento en Madrid. Este último dato es mejor que la media europea.
En cuanto a las perspectivas de generación de empleo, sólo dos de cada diez empresarios madrileños (22 por ciento) tienen previsto aumentar la contratación de personal durante el próximo año. Con todo, y al igual que ocurre con el optimismo, estas malas perspectivas de creación de nuevos puestos de trabajo son mejores que las que mostraban durante la crisis de la Eurozona.
Agencias
