El pasado jueves, un equipo compuesto por profesores y arqueólogos de la Universidad San Pablo CEU, y técnicos en georradares comenzaron la búsqueda de los restos del dramaturgo Pedro Calderón de la Barca, en la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, en Madrid.
Con su trabajo, los investigadores esperan dar con los restos del escritor en una de las paredes de la capilla; lugar donde fueron inhumados en 1902. La iglesia fue calcinada al comienzo de la Guerra Civil, en 1936, incluida la arqueta, donde se hacía referencia a Calderón de la Barca. Pero, en la década de los 60, una nueva pista llevó a los expertos a pensar que los restos del dramaturgo habían sobrevivido al incendio.
El inicio de la investigación
«El capellán Vicente Mayor recogió en un libro el dato que levantó nuestra investigación; que un sacerdote mayor de la congregación, que se encontraba enfermo en el hospital, le dijo: ‘No se preocupe. Los restos de Calderón no han desaparecido. No estaban en la arqueta de mármol. Se colocaron en un nicho que se hizo en la pared. La arqueta era una cosa simbólica», explica el coordinador del proyecto, Pablo Sánchez.
El sacerdote falleció sin indicar el lugar de la pared en que fueron enterrados los restos, y el capellán Vicente Mayor intentó encontrarlos pero sin éxito; pues era «como buscar una aguja en un pajar».
Sin embargo, en esta ocasión los investigadores emplearán un georradar y búsqueda geotérmica. «La hipótesis la doy por cierta, otra cosa es que los restos pudieran haberse calcinado aunque las paredes se mantuvieran intactas. No doy por seguro el hallazgo pero es una obligación cultural y patriótica despejar esta incógnita, saber si los restos siguen allí o se perdieron», apunta Pablo Sánchez.
Búsqueda por las paredes de la capilla
La búsqueda ha comenzado por las paredes de la capilla dedicada a Calderón de la Barca. Y, posteriormente, continuará por el resto de la iglesia y los sótanos; así como por el asilo y la sede de la Congregación de San Pedro Apóstol de los Presbíteros Seculares Naturales de Madrid.
«El georradar hace una radiografía de las paredes, siempre que esté la urna o una cajita —con los restos—, la detectará», explica el experto en georradar Luis Alvial, encargado de la búsqueda.
Según precisa Alvial, si todo va bien, podrían encontrar los restos «entre uno y diez días» o «nunca», si no están allí. En cualquier caso, el experto remarca que su función es encontrar la urna, algo que consideraría «increíble» o, en caso contrario, «verificar que no está».
En caso de encontrarse allí, el equipo de investigadores prevé hallar la urna no en la propia iglesia, sino en una sacristía, en un sótano o en un habitáculo adyacente; en algún lugar donde los restos pudieran estar «protegidos».
Capellán de la Congregación de San Pedro
Tras la muerte Calderón de la Barca en 1681, los restos mortales del escritor cambiaron de ubicación hasta en siete ocasiones. Definitivamente, reposaron en la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, perteneciente a la Congregación de San Pedro Apóstol de los Presbíteros Seculares Naturales de Madrid. El propio Calderón fue capellán de la Congregación y a ella dejó en herencia todos sus bienes.
A día de hoy, la iglesia exhibe una inscripción donde se anuncia que allí estuvieron los restos y se perdieron. En los próximos días, esta afirmación podría cambiar si los trabajos de investigación concluyen con éxito.
